miércoles, 20 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia

¡HOLA COMPAÑEROS!
Soy Alberto Navarro López, estudié mi carrera en la Universidad de Guadalajara, soy Ingeniero Agrónomo y Extensionista, trabajé para Anderson Clayton de México y al mismo tiempo impartía clases de matemáticas en nivel secundaria, en Guadalajara, Jalisco. Llegué al Distrito Federal en 1980, entré a trabajar a la Secretaría de Educación Pública y hasta la fecha continúo trabajando en la Secundaria Dna. No. 300 en el turno matutino, como profesor de matemáticas, por la tarde trabajo en el Plantel Ticomán de Conalep, tengo 15 años trabajando para éste plantel, imparto la materia de Matemáticas en todos los niveles.
Para mí, es un gusto y un gran orgullo trabajar en educación, me siento muy satisfecho de la labor que he desempeñado en todo éste tiempo, tanto en educación media superior como en media básica, todos los días me presento en los grupos que me corresponden de manera puntual, en el CONALEP estoy en el turno vespertino, actualmente tengo grupos de primer semestre, desde que llego a la escuela, los muchachos que me voy encontrando en el camino me saludan, siempre he tenido buenas relaciones con todos. La gran mayoría de jóvenes del plantel me conocen porque les he impartido clases en algún semestre, me demuestran respeto y les gusta como doy mi clase, a mi me gusta mucho el contacto con los jóvenes y me es muy grato ayudar en los proyectos de cada uno de mis estudiantes o asesorarlos en las dudas que tienen sobre la materia y en los problemas personales que me cuentan.
En alguna ocasión me sentí no satisfecho con mi labor cuando un estudiante no pudo regresar el siguiente semestre, ya que me había contado sus problemas familiares y no lo pude ayudar lo suficiente para seguir adelante.
Actualmente muchos de nuestros alumnos tienen problemas sumamente fuertes, desde la problemática con la novia hasta problemas familiares, económicos y a veces existenciales; es necesario que los profesores sepamos escuchar a nuestros alumnos y tratar de ayudar con un buen consejo o transmisión de experiencias que le permitan aclarar el panorama del educando.
También ha sido muy satisfactorio cuando lego algún lugar como el banco, o algún negocio y me saluda alguna persona, recordándome que fui su profesor en cierta escuela, es para mí un gran orgullo haber contribuido en algo a que ese muchacho hoy sea un hombre o mujer productivo y que ellos mismos lo recuerden.
Eso son los “cheques” más importantes y lo que me estimula para seguir en contacto con la educación de los jóvenes y tratando de estar actualizado y dar lo mejor de mí.
Alberto Navarro.

1 comentario:

  1. Buenos dìas Alberto, felicidades ya estamos compartiendo el conocimiento, te pregunto en tu carrera que se aplica al tèmino extensionista?
    Saludos

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